Que ver en Lyon, Patrimonio de la Humanidad

por Miguel Galmés Bondía

En el siguiente relato descubriremos todo lo que hay que ver en Lyon, una verdadera joya del país galo, para darse un baño de historia en una ciudad que enamora al viajero.

Antigua capital de la Galia durante el Imperio Romano, ciudad comercial durante la Edad Media e importante plaza comercial y bancaria durante el siglo XIX, Lyon es hoy la tercera ciudad de Francia y la segunda área más poblada del país, además de ser Patrimonio de la Humanidad por su casco histórico.

Lyon es actualmente una ciudad cosmopolita, rica en cultura y en ocio, y fácil de visitar. La gran mayoría de monumentos se encuentran en su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad, delimitado por la peculiar topografía de la ciudad de colinas y rios.

Lyon, France

Viejo Lyon

Los imprescindibles que hay que ver en Lyon

Sin duda la zona con más encanto es el viejo Lyon, donde se encuentran numerosos edificios del período medieval y renacentista. Patearlo es sencillo, la zona está peatonalizada y no es excesivamente extensa.

Por la calle principal se encuentran numerosos traboules, pasajes que atraviesan los patios interiores de los edificios y que fueron usados para acceder rápidamente a la rivera por vecinos y comerciantes de seda, y durante la Segunda Guerra Mundial por la Resistencia.

En el centro del viejo Lyon, recalamos en la plaza de Saint Jean con la catedral que lleva el mismo nombre y que es Patrimonio de la Humanidad. Se comenzó a construir en el año 1180 sobre los restos romanos de otro edificio y las obras no finalizaron hasta 300 años más tarde, mezclando los estilos románico y gótico.

El interior alberga un espectacular reloj astronómico del siglo XIV construido bajo la creencia de que el sol giraba alrededor de la Tierra y cuya próxima fecha exacta será en 2019.

Que ver en Lyon, Plaza de Saint Jean

Plaza de Saint Jean

La basílica de Notre-Dame de Fourvière corona la colina que lleva el mismo nombre, a la que se puede acceder con el funicular, muy cerca de la Catedral.

Sobre los terrenos donde en la antigüedad se ubicaba un foro romano, en la antigua ciudad romana entonces llamada Lugdunum, y más tarde una iglesia, se levantó en el siglo XIX esta basílica de cuatro torres y un campanario que es visible desde cualquier punto de la ciudad y que se ha convertido en el mirador por excelencia de la ciudad y en todo un icono de Lyon.

Lyon, France

Basílica de Notre-Dame de Fourvière

Si el exterior resulta grandioso, el interior de la basílica es espectacular y prácticamente todas sus paredes están cubiertas de mosaicos, cosa que contrasta con el piso inferior en el que se encuentra otro santuario mucho más austero y oscuro, porque en realidad la basílica lo forman dos iglesias. Una encima de la otra. Sin duda uno de los lugares más emblemáticos que hay que ver en Lyon.

No muy lejos de la Basílica se encuentran los restos romanos más visibles de la ciudad. Resulta interesante la visita a los dos teatros, restaurados y que aun se utilizan para algunos espectáculos. En esta colina nació la ciudad romana Lugdunum en el año 43A.C sobre una fortificación celta anterior convirtiéndose en la capital de las administraciones romanas en Las Galias.

La Presqu’île

La Presqu’île

Nos adentramos en la Presqu’île, una pequeña península entre los ríos Saona y Ródano que antaño fue zona del desarrollo industrial, de impresores y libreros donde además se encontraban numerosas iglesias y conventos que hoy todavía siguen en pie. Actualmente es el auténtico centro de la ciudad y junto con el Viejo Lyon se reparten los monumentos Patrimonio de la Humanidad.

El acceso a la península se hace por medio de puentes, desde los cuales se puede contemplar el tráfico navegable de los dos ríos y acceder fácilmente a las riveras donde, si hace buen tiempo, la gente aprovecha para hacer deporte, caminar o improvisar románticas cenas al atardecer.

Pero si se quiere hacer ejercicio de piernas basta con acercarse al barrio de Croix-Rousse hacia el norte, no muy lejos de la plaza del ayuntamiento, donde las calles que hasta ahora eran planas se convierten en empinadas cuestas o largas escaleras y que en el siglo XIX fue popular por la industria de la seda. Aquí los romanos también edificaron y hoy se puede contemplar los restos de un antiguo anfiteatro del siglo I.

Que ver en Lyon. El Anfiteatro romano

El Anfiteatro romano

Todo esfuerzo tiene su recompensa, y llegar hasta lo alto de Croix-Rousse merece la pena por las vistas.
Pero no solo la película de los Lumiere hace universal a esta ciudad. Lyon ha dado personajes célebres para la historia, como los emperadores romanos Claudio y Caracalla o el famoso aviador y escritor Antoine de Saint-Exupéry, padre de El Principito.

En el mural de los Lioneses se puede reconocer a los personajes ilustres de la historia de Lyon.
Y es que Lyon ha resultado ser toda una joya!

Publicado en el Nº28 de la revista Magellan

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