No sin mi app!!!

Hubo un tiempo no muy lejano en el que la gente viajaba con algo tan sencillo como un mapa de papel (que nunca más en la vida volvías a doblar de la misma manera que al salir de casa) y un libro de pequeño formato, en la mayoría de casos de tapas verdes, donde encontrabas todos los datos del lugar al que te encaminabas.

Aunque parezca mentira no hace tanto de esto y sin embargo la revolución tecnológica de los últimos años ha dado la vuelta a nuestras vidas y sobre todo a nuestra manera de viajar y de preparar los viajes. Hoy en día no hay nadie que antes de comprar un billete de avión no tire de una infinidad de apps en las que encuentra todas las combinaciones aéreas posibles y consiga encontrar un billete de avión al precio de un desayuno en alguna de las cafeterías “cool” de Barcelona (que en algunos casos merecerían un blog enterito ya que es verdad que te regalan el wifi pero te cobran 6 euros por un café con leche y una pulguita de pan con una lonchita de queso cortada con microtomo…)

Por otro lado es evidente que antes de reservar hotel todo el mundo revisa los centenares de apps que te aconsejan, te orientan, te explican lo que han vivido los otros viajeros, y te ayudan a reservar alojamiento de manera rapidísima mientras estás en la sala de espera del dentista; el único lugar en el que hasta hace unos años se leían sin rubor las revistas del corazón, y donde ahora cuando levantas la cabeza te ves frente a otros seres compulsivos como tú que combaten la agitación y el terror de sentir el taladro en la muela tecleando sin descanso en el móvil o la tablet .

Y así en pleno siglo XXI organizar un viaje se ha convertido en un verdadero juego de niños ya que las nuevas tecnologías han puesto las cosas tan faciles que se han cargado sin piedad algo tan pre-viaje como la lista de cosas que uno no se puede olvidar. Efectivamente descubro asombrada que existe una app que prepara de manera eficaz tu lista de imprescindibles y además tiene en cuenta lo que no te debes dejar en función del destino al que estás viajando.

Esto es de gran ayuda ya que por ejemplo si viajas a Australia a visitar la barrera de coral, cuando abras la maleta no te arriesgas a darte cuenta de que llevas las raquetas de la nieve, sino tu flamante equipo de inmersión listo para la aventura.

Ironías aparte también hay otras apps que realmente facilitan la inmersión, pero en este caso para zambullirte como un “local” de la vida real del destino al que viajas. Así nos es mucho más fácil conocer ese restaurante de barrio al que nunca irá un turista, saber el museo que en ningún caso nos podemos perder, descubrir la tienda vintage en la que comprar ese sombrero años 20 que hará enloquecer a tu hermana, encontrar los lugares en los que paliar el síndrome de “no tengo wifi!!” de manera veloz, o contactar a un lugareño que se convertirá en guía local por un día.

Pero a mi, que me considero un ser sociable y una gran interesada en la naturaleza humana, me ha impactado de manera especial una app que te pone en contacto con las personas que están transcurriendo su tiempo en el mismo aeropuerto que tu, y te permite ponerte en contacto para que el momento de espera hasta la salida del vuelo se haga mucho más ameno.

Por este motivo esta app me ha vuelto a reconciliar con el mundo actual ya que aunque siempre estemos conectados, siempre pendientes de los móviles y las redes sociales, en definitiva volvemos a los orígenes intentando encontrar un momento de fugaz conversación frente a una taza de café y a un ser humano con el que intercambiamos palabras, sabiendo además que será difícil volver a coincidir en otro aeropuerto….en principio 🙂

(Os recuerdo que encontraréis toda la información sobre estas apps de viaje y muchas más aquí )