¿Café sol@ o acompañad@?

por Valentina Ducati

El otro día, tumbada en el sofá de casa y leyendo un libro, por unos instantes perdí la concentración y pensé. “Viajar debería ser una asignatura obligatoria en todos los colegios”, no hay mejor manera de aprender y crecer que interrelacionarse con otras culturas.

Sinceramente, no estoy en posición de quejarme ya que la primera vez que cogí un avión fue con 18 años destino Londres y desde entonces ya no he podido parar de hacerlo, es más, yo creo que ya puedo reconocerme como una “tripaholic”.

Es verdad, que tal y como decía un amigo, no hace falta coger un avión para viajar, cambiar de entorno y seguir descubriendo lugares o personas nuevas; a veces sin moverte de tu ciudad sigues viajando en el tiempo y entre la gente. No hay mejor manera de darte cuenta lo diferente que llegas a sentirte que, cuando vas caminando solo y observando en silencio todo aquello que te rodea.

Es por ello, que lanzo una pregunta al aire ¿“Viajar sol@ o acompañad@?”, a lo largo de mis viajes he conocido de todo, personas que preferían hacerlo a solas para no depender de nadie y personas como yo, que vamos acompañadas de nuestro “partner in crime”.

Algo que he aprendido en estos últimos años, es que jamás estás solo cuando viajas, siempre encuentras a personas con las que surgen ciertos “feelings” y acabas compartiendo increíbles conversaciones, insuperables risas, y mejores puestas de sol acompañadas de una cerveza bien fría.

Pero no penséis que al contrario no puede ser igual, mis últimos recorridos los he llevado a cabo con la misma compañera incondicional de hazañas y aventuras; nuestro planteamiento sobre las mismas, a veces, puede llegar a ser muy diverso pero a la vez tenemos muchos puntos en común, por lo que nos lleva a seguir descubriendo lugares nuevos juntas.  

Cuando viajas con alguien, personalmente pienso, que es muy importante tener en cuenta varios puntos, no solo que obviamente os llevéis bien con esa persona, ya que de noche todos somos muy sociables y divertidos, pero convivir 24 horas durante un periodo largo es toda una prueba de amor, si lo superáis…!iréis directos al altar!

En nuestro caso hay muchas cosas que nos favorecen, la principal es el respeto que nos tenemos, es imprescindible que ambas nos sintamos libres para desarrollarnos durante el viaje tal y como cada una lo sienta. Intentamos hacer la mayoría de las cosas juntas, principalmente lo que conlleva a conocer el lugar, pero a nivel ocio o descanso, somos muy tolerantes, cada una debe encontrar su espacio, sobre todo porque es imprescindible ese momento de soledad con una misma.

viajarPara mí, sin duda esta es uno de las mejores sensaciones que puedo tener durante una aventura, a pesar de intentar meditar cada día o de evadirme del “stress” diario con el deporte, soy humana y en ocasiones ciertas situaciones me sobrepasan, por lo que no tengo tiempo de reconducir mi cabeza o pararme a pensar en que es lo que realmente quiero y que necesito cambiar en mi vida para poder llegar a ser un poquito más feliz. Es por ello, que cuando viajo y me alejo de todo lo que me rodea pienso con más claridad y ordeno esos pensamientos negativos que a veces me intoxican.

Cuando viajas con alguien acabas conociéndote mucho más, volviéndote más tolerante, más generoso, más sociable, más protector, más divertido, más paciente, etc…son muchas más las ventajas que tiene, que desventajas. En mi caso, inconsciente o conscientemente, según lo veáis, ejerzo, o así lo siento, de hermana mayor, me preocupo por ella e incluso a veces le sermoneo, supongo que es ese instinto de madre que no tengo en mí día a día…

Os puedo asegurar que podemos estar durante horas viajando de un lugar a otro, o mirando el mar con una cerveza en mano sin dirigirnos una sola palabra y a la vez no ser en absoluto incómodo, todo lo contrario, es una sensación increíble.

En nuestro caso, de las mejores situaciones vividas juntas os diría que son esas en las que el cansancio nos invade, digo cansancio porque nuestras vacaciones suelen tener de todo, pero lo que menos es “relax”, ya que lo queremos hacer y ver todo, y tan solo existe un cruce de miradas en el que pensamos lo mismo, esa “idiotez” que nos ha pasado hace 2 horas, la cual no hemos comentado en ese instante, pero que ahora no podemos parar de reírnos, GRAN MOMENTO, increíble complicidad que sin duda no tiene precio.

Es por ello que, viajar solo o acompañado, al extranjero o al barrio del “costat” (de al lado), a la montaña o al mar, en coche o avión, da igual cuando lo que realmente importa es que sigáis llenando vuestras cabezas de ilusiones y aprendizajes y a la vez, vayáis caminando con una sonrisa por la vida, creedme cuando os digo que cuesta poco y haréis felices a muchos.

 

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2 comentarios

Ariadna 22/01/2017 - 20:56

Cuanta razón Valentina! En mi opinión no dejo de viajar junto a tus artículos! Que nos hacen sentir de nuevo esa inquietud de viajar lejos o cerca… De soñar!

Respuesta
Marie 22/01/2017 - 21:38

Oh yes!!!!

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