Las Islas Eolias forman un archipiélago volcánico ubicado en el Mar Tirreno, y constituyen un conjunto de islas de singular belleza, que han merecido el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco, gracias a la riqueza de sus ecosistemas y la belleza inigualable de sus paisajes.
Están situadas junto a la costa nordeste de Sicilia, y son un verdadero paraíso para el viajero que ama los espacios naturales, las pequeñas poblaciones y las playas recónditas. Sus islas han sido escenarios de algunas de las películas más célebres de la historia del séptimo arte, y es imposible no dejarse seducir por la fascinación que regalan sus paisajes.
Las islas que configuran las Eolias son: Lipari, Panarea, Vulcano, Stromboli, Salina, Alicudi y Filicudi.
Lípari
Es la más grande de las islas y su municipio incluye todas las islas con excepción de la de Salina. En muchas ocasiones suele ser la isla elegida por muchos viajeros para después desplazarse al resto de las islas del archipiélago. Una excursión en barca permite conocer algunas de las más bellas calas de la isla, como la de Fico y las playas de Vinci, Valle Muria, Punta della Castagna y Capo Rosso. Además de disfrutar de sus playas no hay que dejar de visitar su Museo Arqueológico, así como la acrópolis griega y la catedral, de origen normando.
Panarea
La más pequeña de las islas y la menos elevada, pero una de las que concentra el mayor número de turistas, debido a sus costas y a su ambiente nocturno al haberse convertido en un punto de encuentro de la “jet set” italiana. Celebre el momento en el que Nanni Moretti llega a la famosa isla en una de las escenas del aclamado film “Caro Diario”. Al igual que el resto de islas también Panarea tiene un protagonismo innegable en el mundo del cine. La actividad turística se concentra en el barrio de San Pietro con sus características y fotografiadas casas, talleres y tiendas.
Vulcano
Según la mitología griega en Vulcano se encontraba la fragua de Hefesto, dios del fuego y los metales. La isla es todo un espectáculo de fenómenos de origen volcánico: humaredas, chorros de vapor y fango sulfúreo de apreciadas propiedades terapéuticas. De hecho, son pocos los viajeros que se resisten a un baño en los lodos situados junto al Porto de Levante, ya que sus facultades medicinales han sido uno de los motivos principales que han llevado a muchos italianos a viajar por primera vez a la isla. El olor intenso a azufre puede resultar desagradable en algunas ocasiones, pero aún así vale la pena disfrutar de un tratamiento terapeútico en un increíble entorno natural.
Stromboli
La isla del célebre volcán y de la celebérrima película de Roberto Rossellini, en la que mucha gente piensa de inmediato cuando se nombra esta magnífica localidad. Stromboli es en la actualidad el volcán europeo con mayor actividad, de hecho una de sus últimas erupciones en 2019 causó el fallecimiento de un turista que se había acercado al cráter del mismo tras ser alcanzado por varias de las rocas que salieron despedidas con motivo de la erupción. Una experiencia inolvidable es poder disfrutar de un baño en el mar que rodea la isla contemplando la majestuosidad del volcán. La isla que fue escenario de una de las más famosas historias de amor del mundo del cine, y que seduce sin lugar a dudas al viajero que la visita.
Salina
La segunda de las islas Eolias en lo que a extensión se refiere y la que cuenta con los picos más elevados de todo el archipiélago. Salina acoge un bellísimo bosque de helechos, la Fossa dei Felci, que precipita sobre algunas de las playas de la localidad como la de Pollara. Esta playa fue uno de los escenarios de la película “El cartero y Pablo Neruda” que acoge mucho de los paseos que comparten el cartero y el poeta en este inolvidable film. En la carretera que conduce a Pollara se encuentra también la casa en la que vivía Pablo Neruda en el film. Una pequeña joya salpicada de pequeñas callejuelas que asoman a un mar impresionante y que regala algunas de las más inolvidables vistas de todo el archipiélago.
Alicudi y Filicudi
Son las islas más occidentales del archipiélago, y son verdaderos paraísos de paz y naturaleza en estado puro, de tal manera que el viajero tendrá la impresión de estar literalmente en otro mundo. Ambas islas están sembradas de cráteres de volcanes inactivos con paisajes salvajes y fondos marinos que hacen de estas islas lugares asombrosamente bellos. La isla de Alicudi, que no permite la circulación en coche, es la más virgen e incontaminada de las dos y uno de sus rincones imprescindibles es el escollo de la Galera.
Para los amantes de los espacios naturales y del mar, las Islas Eolias son una apuesta segura. Volver a viajar para reencontrarnos con un paraíso similar es una excelente manera de retomar la normalidad viajera.
Para llegar desde España se puede viajar hasta Catania, luego en transporte público o coche de alquiler hasta Milazzo y desde allí salen los ferries hasta las islas principales que están interconectadas entre ellas.
El archipiélago del dios del viento