Yes We Can!

por Valentina Ducati

Independientemente de que te guste o no la política estaréis de acuerdo conmigo que este eslogan ha sido, es y será todo un referente para esta sociedad en la que vivimos.

A veces no puedo parar de reírme cuando me dicen “debes ganar mucho dinero para poder viajar tanto”, es por ello que he decidido contaros un secreto…creedme cuando os digo que si yo puedo cualquiera puede.

En mi caso, una vez decidido el nuevo destino, lo primordial es marcar el tiempo que estaré disfrutando del país y consecuentemente llevar a cabo un presupuesto estimado, por no deciros prácticamente cerrado, a partir de este momento, soy consciente que durante todo ese año me privaré de ciertas cosas para poder realizar mi sueño.

Mi deseo desde que veía Los Sopranos, Friends, Sex & The City o Mad Men, entre otras series, era aterrizar en la Gran Manzana y poder sentirme como cualquiera de sus protagonistas, estaba segura que era cuestión de tiempo, tan solo necesitaba que los astros se alinearan…

La primera vez que llegué a Nueva York, tenía 27 años, en aquel entonces mi amiga-hermana Estibaliz trabajaba para una prestigiosa cadena hotelera internacional y consecuentemente consiguió una “tarifa empleado”, más que irrisoria, en pleno centro de Manhattan.

Times Square

Desde el momento que puse mis pies en suelo americano sentí una conexión inexplicable con esta ciudad. La sensación fue bastante vertiginosa a la vez que excitante, me sentí como una pequeña e insignificante hormiga entre los miles de enormes edificios que me rodeaban, en varias ocasiones pensé que mi retina no sería capaz de absorber tanta variedad de colores que vestían la ciudad, me deslumbraba y a la vez me paralizaba el estar interactuando en una sociedad tan homogénea, en definitiva, llevaba toda la vida esperando este momento y !ahí estábamos!, cual pueblerinas en la ‘Big Apple’.

Tan sólo fue una semana, pero lo suficiente para darme cuenta que a parte de ser una de las ciudades más influyentes no solo en el mundo de la moda, sino en los medios de comunicación, en las finanzas, en la política o en el mundo del arte, sin duda era la ciudad que nunca dormía…

Era imposible aburrirse teniendo en cuenta que podías estar horas y horas recorriendo cualquier rincón de sus cinco distritos: Bronx, Brooklyn, Manhattan, Queens y Staten Island.

Lo recuerdo como si fuese ayer, me negaba a salir de aquella película, quería seguir siendo la intérprete de la misma el resto de mi vida, perderme entre las calles del Barrio Chino y Little Italy, pasear por el maravilloso Central Park, subir y sentirme como el mítico king kong en el impresionante Empire State, disfrutar de los cientos de anuncios en Time Square, visitar la Estatua de la Libertad, deleitarme con los innumerables museos, etc…

Me quedé tan prendada, que hubo unos instantes que pensé, ¿y por qué no vivir aquí? Pero aquello era demasiado para una chica de pueblo, así que volví a pensar, ¿y por qué no volver? ¡eso seguro!

Y casualmente, hace tan solo un par de semanas, una vez más los astros se volvieron a alinear y ahí me encontraba yo, volviendo de uno de mis viajes “low cost” donde casualmente realizábamos parada durante unas horas en mi ‘dream city’ (ciudad soñada).

De nuevo tuve la misma sensación, creí tener una segunda cita con el amor de mi vida, mariposas en el estómago, nervios al salir del metro, expectante por saber qué me encontraría.

Statua Libertad

Y ahí estaba ella…es increíble lo majestuosa, lo hermosa, lo colosal, lo limpia que estaba, adornada con sus banderas patrióticas, sus viviendas de ladrillos rojos, sus inconfundibles taxis amarillos, sus míticas escaleras de emergencias… nada había cambiado, todo seguía igual y yo también seguía igual de enamorada, teniendo la misma sensación que la primera vez que estuve, queriendo vivir allí y sintiéndome infinitamente pequeña…

He de confesaros que me quede con ganas de más, de nuevo no me defraudó…es por ello que, sin duda, me encantaría poder tener una tercera cita… No sé ni cómo, ni cuándo, ni de qué manera, pero como bien dijo en su día el gran Barak Obama ‘ Yes We Can’ y por supuesto yo podré verte de nuevo mi querida y eterna Nueva York…

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1 comentarios

Miguel 02/08/2016 - 19:11

Bueno, que la alineación de las estrellas te sean favorables.
Porque según la describe, es para volver.

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