Siete razones para viajar a Edimburgo

por Redacción

Viajar a Edimburgo es, en cualquier momento del año, una idea maravillosa gracias al perfecto maridaje entre patrimonio histórico y espacios verdes que se da en la capital escocesa. Somos conscientes de que en este momento no son aconsejables los viajes, pero cuando finalicen las restricciones de movilidad, Edimburgo seguirá siendo un destino perfecto.

Además de tener un centro histórico Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, que ha sabido mantener intacta la magia de su atractivo medieval, Edimburgo es oficialmente la ciudad más verde de toda Escocia – y una de las más verdes del Reino Unido. De hecho, el 49,2% de la ciudad está clasificado como espacio verde.

Esto incluye a más de 130 parques públicos y más árboles por cápita que cualquier otra ciudad del país. Por todo esto Edimburgo es todavía más apetecible para un viaje post pandemia cuando además de ver cosas el viajero buscará espacios abiertos y lugares donde respirar aire puro. Hoy te damos siete razones para viajar a Edimburgo cuando se se pueda:

Saint Anthony’s Chapel en Holyrood Park / foto: VisitScotland – Kenny Lam

Por sus espacios verdes

Como comentamos, Edimburgo es una ciudad llena de espacios verdes para todos los públicos. Desde la cumbre de Arthur’s Seat – el volcán extinto que se encuentra al final de la Royal Mile – hasta el Jardín Botánico, si algo no falta en la capital escocesa son lugares llenos de verde perfectos para un picnic, un paseo o tomar el aire.

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Calton Hill / foto: VisitScotland / Kenny Lam

¿Sabías que, como Roma, Edimburgo también se levanta sobre siete colinas? Pues bien, la mayoría esas colinas son parques naturales en las que no te podrás creer que estés en el centro de la ciudad. Calton Hill, Corstorphine, Blackford Hill, Braid Hills, Craiglockart y Arthur´s Seat son ideales para disfrutar de los espacios al aire libre, de la naturaleza y del deporte. Algunas incluso esconden torres ocultas dentro de bosques, lagos en los que nadan nutrias en libertad y las mejores vistas de la ciudad que podrías imaginar.

Si no quieres subir colinas entonces deberías andar parte del Water of Leith Walk, el sendero que transcurre desde las colinas Pentlands hasta el mar, en el barrio de Leith. No hace falta que lo hagas entero para descubrir que entre los edificios de la New Town se esconde un pulmón verde lleno de vida y de silencio.

Parque de Inverleith / foto: VisitScotland / Kenny Lam

Otro de los atractivos de viajar a Edimburgo es poder disfrutar de sus parques y jardines; están por todas partes. Los más famosos y céntricos son los de Princes Street, a los pies del castillo y de la Old Town. No muy lejos, en una parte más tranquila de la ciudad y menos turística está el parque de los Meadows. Los locales lo adoran y cuando florecen los cerezos se convierte en una fantasía de color rosa digna del hanami japonés. En verano es perfecto para un picnic al sol bajo la sombra de Arthur´s Seat.

Otros rincón idílico donde disfrutar del aire libre en Edimburgo es el parque de Inverleith. Está pegado al Jardín Botánico – otro pulmón verde imprescindible – y desde aquí las vistas del skyline son únicas. Y si te gusta el turismo “oscuro” entonces deberías darte un paseo por alguno de los preciosos cementerios de la ciudad – aunque dicho así suene extraño. Entre los más bonitos están el de Greyfriars, que está embrujado, el de Canongate y los dos de Calton HillOld Calton y New Calton.

Cementerio de Greyfriars / foto: VisitScotland -Kenny Lam

Por su centro histórico Patrimonio de la UNESCO

La Ciudad Nueva y la Ciudad Vieja de Edimburgo fueron nombradas Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1995 gracias a la increíble calidad y contraste de su arquitectura y paisajes. La Old Town es medieval y adentrarte en ella es descubrir un laberinto de callejuelas – o closes – patios escondidos y “rascacielos” de más de 500 años de antigüedad. La New Town se construyó en varias fases entre 1760 y 1830, así que de nueva no tiene mucho. Pero sí que es un maravilloso ejemplo de la arquitectura de su época.

New Town / foto: VisitScotland – Kenny Lam

Lo bueno de Edimburgo es que a pesar de ser una ciudad muy turística es fácil descubrir rincones en los que estarás casi solo cualquier día del año. Sólo tienes que salir un poco de los clichés y tendrás un trozo de la capital de Escocia en exclusiva.

Porque hay más Edimburgo que el que sale en las guías

Cuando se pueda volver a viajar es bastante posible que quieras descubrir rincones nuevos y no masificados… y Edimburgo tiene a montones. El barrio de Leith, por ejemplo, merece ser explorado. El antiguo puerto marinero de la capital escocesa es hoy una zona de la ciudad en plena efervescencia donde el legado de Trainspotting y la cultura contemporánea se dan la mano. Es aquí donde hay mercados pop-up, galerías de arte súper creativas y montones de food trucks con comida de todo el mundo. Y a dos pasos está Newhaven, un trozo de Edimburgo que parece un pueblo de pescadores de Fife, con su puerto y su faro en el estuario del río Forth.

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Barrio de Leith / foto: VisitScotland – Kenny Lam

También vale la pena dejarse caer por las zonas residenciales de Morningside y Newington. Están llenas de casas señoriales y mansiones, de tiendas y cafeterías independientes, de tiendas de segunda mano y pubs con historia. No muy lejos están Fountainbridge y Dalry, desde donde se puede seguir el trazado del Canal que cruza esta parte de la ciudad, en dirección oeste. Estos barrios están en plena transformación, tienen una oferta gastronómica espectacular y esconden pequeñas maravillas como el cementerio victoriano de Dalry.

Porque se puede ir a pie a (casi) todas partes

Edimburgo no es una ciudad grande, tiene menos de medio millón de habitantes. Gracias a su tamaño compacto es facilísimo desplazarse de un lado a otro sin tener que tomar el transporte público. Desde el centro de la ciudad, en unos cuarenta minutos a pie es posible llegar a muchos rincones pintorescos. Nada como tomar el fresco, dar un paseo y hacer tantas paradas fotográficas como te apetezca.

National Portrait Gallery / foto: VisitScotland – Kenny Lam

Porque es un destino seguro

En verano de 2020 el gobierno británico lanzó el programa Good to Go para garantizar que todo el mundo tenga una experiencia segura viajando por Escocia. Es un estándar de calidad para la industria del turismo que distingue a todas las atracciones turísticas y negocios de restauración y hospitalidad que cumplen con las normas de seguridad del país. Es fácil identificarlos porque suelen tener el distintivo en sus páginas web y en la entrada de los establecimientos.

Además, todos los negocios locales se han volcado en la seguridad y poder mantener la distancia social. Lo más probable es que tengas que planificar y reservar tu visita con antelación – incluso para restaurantes – pero eso te garantizará una experiencia excelente.

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National Museum of Scotland / foto: VisitScotland – Kenny Lam

Imagínate visitar museos tan mágicos como la National Portrait Gallery o el National Museum of Scotland con total seguridad y cero masificación. Tener delante de ti casi en exclusiva a la oveja Dolly o al retrato de Bonnie Prince Charlie. O pasear por el Jardín Botánico de Edimburgo tranquilamente, disfrutando del espacio y de los colores de las flores. Es tan fácil como organizarte y hacer tu reserva gratis.

Por su gastronomía deliciosa

Puede que Edimburgo – y Escocia en general – no sea famosa por su gastronomía, pero lejos quedan los días en los que parecía que sólo se podía comer fish and chips de dudosa calidad en cualquier takeaway local.
Edimburgo es la ciudad con más bares y restaurantes por cápita de todo el Reino Unido, por detrás de Londres. Y también tiene cinco de los 12 restaurantes con estrella Michelin de todo el país. Pero no hace falta empeñar un riñón para comer bien en la capital escocesa.

The Fishmarket / foto: VisitScotland – Graeme MacDonald

Por ejemplo, podrías acercarte al restaurante The Fishmarket en el barrio porteño de Newhaven para catar el fish and chips más fresco de la ciudad. O pasar por el divino The Outsider para disfrutar de su cocina escocesa contemporánea con vistas al castillo de Edimburgo. Otra buena opción si quieres catar el plato nacional – el mítico haggis – nada como acercarte a Whiski Rooms o a Howies.

Fish and chips / foto: VisitScotland – Graeme MacDonald

Y si todavía no has catado un afternoon tea en condiciones, entonces Edimburgo es la ciudad perfecta para que te dejes tentar por este placer dulce. Primero los sándwiches, luego los scones y para acabar las pastas y los bombones. En Mimi´s Bakehouse hacen uno de los mejores de la ciudad. Y si quieres algo más extra, entonces el del hotel Balmoral y el del Caledonian te dejarán sin palabras.

Por supuesto, no se puede viajar a Escocia y no catar whisky. El oro liquido del país lo puedes probar en cualquier pub tradicional. O directamente acercarte a la maravillosa The Scotch Whisky Experience que es, en plena Royal Mile, un templo dedicado a la bebida nacional donde descubrirás un montón de cosas interesantes y catarás unos cuantos con vistas al castillo de Edimburgo. Si prefieres visitar una destilería de whisky sin salir de la ciudad entonces te recomendamos la Holyrood Distillery o la Port of Leith Distillery, en el barrio portuario de Edimburgo.

Glencoe / foto: VisitScotland / Paul Tomkins

Porque es el mejor punto de partida para seguir explorando Escocia

La capital de Escocia es una ciudad de cuento ideal para explorar el resto de este país lleno de paisajes de postal, castillos y leyendas. Esta súper bien comunicada con el resto del país y goza de muy buenas conexiones y vuelos directos desde España.

Edimburgo esta geográficamente en el Central belt, el cinturón central de Escocia y eso hace que sea el punto de partida perfecto tanto para lanzarte a recorrer las míticas Tierras Altas como los Borders. Glencoe esta a unas tres horas de coche en las que cruzarás rincones de ensueño. Los bosques eternos de Perthshire están a menos de dos horas. Los pueblos de pescadores de Fife también. La espectacular costa de Aberdeen es accesible en tren, como también lo es la región de Argyll.

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Parque Nacional de los Trossachs / foto: VisitScotland / Kenny Lam

Incluso si quieres hacer excursiones de un día, desde Edimburgo tienes a mano desde el Parque Nacional de los Trossachs y el Loch Lomond hasta las abadías de los Borders y los escenarios del rodaje de la serie Outlander. Mas perfecto imposible.

Cuando recuperemos la movilidad viajera está claro que viajar a Edimburgo será una excelente decisión para poder vivir en primera persona todos y cada uno de los motivos que hacen de la capital escocesa un lugar inolvidable.

Más información: www.visitbritain.com

Foto de apertura: Jardines Princes Street / VisitScotland – Kenny Lam

Edimburgo, un destino de cine

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