Rutas… ¡de vértigo!

por Magellan

¿Sois de los que os mareáis nada más subiros a una silla? ¿O más bien de los que repetís tres veces en la montaña rusa más alta del parque de atracciones? Si habéis asentido a la segunda, este post os interesa.

Y es que parece que una nueva moda, sólo apta para viajeros aventureros, se extiende por los puntos turísticos más altos y arriesgados del mundo: los skywalks transparentes. Pasarelas de cristal situadas en los enclaves más impensables (y elevados) que hacen las delicias de los más osados.

Reino Unido, España, Francia, Canadá, los Alpes, el Gran Cañón del Colorado o Chicago en EE UU ya han apostado por ellos. El último país en sumarse a la fiebre de los puentes de vértigo ha sido China, que además del sendero en la montaña de Tianmen, y la accidentada pasarela situada en el parque nacional de Shiniuzhai –tras su inauguración se descubrieron unas grietas al parecer no preocupantes que asustaron a más de uno–, prepara ya el que será el puente colgante más largo y alto de su categoría en el mundo, con 300 metros de altura y una longitud de 400 metros.

https://youtu.be/agpjiYQcYi0

Antes, que China,  otros monumentos, parques y atracciones turísticas de embergadura ya se habían apuntado a la vertiginosa experiencia:

El Caminito del Rey, en Málaga (España), por ejemplo, ha resultado una gran apuesta que, desde su inauguración a finales de marzo de 2015, no para de recibir turistas. 7,7 kilómetros, de los cuales 4,8  son accesos y 2,9  de elevadas pasarelas. ¡Aventureros a sus mochilas!

También el skywalk situado en el Gran Cañón del Colorado (EE UU), resulta  de lo más impresionante. Situada en Eagle Point, esta particular pasarela en forma de herradura permite a los visitantes caminar más allá de las paredes del cañón y pasear sobre el río a 4.000 pies (1.219 metros)… ¡y sin mojarse ni un pelo!

Primo hermano de la instalación del Gran Canyon es el Glacier Skywalk canadiense, construido en el corazón de las Canadian Rockies. También con forma de herradura, y situado a 280 metros de los espectaculares glaciares que se forman en la zona, permite contemplar los valles a vista de Águila.

Y la lista continúa: pues hay pasarelas para todos los públicos. El visitante más sosegado, tiene la oportunidad de pisar el vacío en monumentos de la talla del Tower Bridge londinense. Y es que su glass floor ha resultado todo un éxito: a 42 metros sobre el río Támesis, esta pasarela ofrece unas vistas de la ciudad inéditas, y la oportunidad de quedarse sobre el puente incluso cuando éste se abre.

El skydeck de la Torre Willis de Chicago  (el segundo edificio más alto de EE UU, y de los más altos del mundo), va un poco más allá: permite a los viajeros vivir una experiencia inside the box a 1.353 pies (412.39 metros) de altura dentro de una caja de vidrio donde evidentemente absolutamente cada rincón en trasparente…

Y si es tendencia, París no podía faltar en la lista: la nueva primera planta de su emblemática Torre Eiffel, a 57 metros del suelo, ha apostado por un total look vertiginoso: suelo transparente, barandillas de vidrio, y todo, con un tratamiento antideslizante con un efecto de transparencia que aumenta gradualmente desde el interior hacia el espacio central  para ofrecer una experiencia nueva al visitante y, sobretodo, vistas impresionantes.

Por último, no podía faltar en la lista la oferta para los amantes de la nieve y los suelos transparentes de altura…

La plataforma en las alturas de Fuente Dé (Cantabria, España) a la que se accede a través de un teleférico que salva un desnivel de 753 metros y una longitud de 1.840 m. en unos tres minutos, es pequeña pero de lo más impactante. El suelo no es de vidrio, sino de rejilla de acero, pero el efecto es el mismo: un desnivel bajo tus pies que quita el hipo.

Aunque para experiencias de altura, la de la caja transparente en los Alpes franceses situada en la Aiguille Du Midi. Ha sido bautizada por La Compagnie du Mont Blanc como Pas dans la Vide (paso al vacío)  y no es para menos. Esta atracción turística, cercana a localidad de Chamonix, es la más alta de Europa. Un particular mirador, rodeado de cumbres nevadas, entre las que se incluye, al sur, el poderoso Mont Blanc, la montaña más alta de Europa. Una vez en la caja, bajo tus pies queda un precipicio de 3.777 metros del que sólo te separa una fina lámina de vidrio reforzado.

Latidos rápidos, respiración apresurada, temblores, un leve dolor en el pecho, o para algunos una sensación de muerte inminente… Estos son algunos de los síntomas que sufre alguien con miedo a las alturas –como servidora– en lugares como estos, aunque la gran mayoría disfruta como nunca de la experiencia que viene siempre acompañada de un fuerte subidón de adrenalina.

Eso sí, si en la primera pregunta os habéis sentido identificados, mejor ser el que hacer la foto al valiente desde tierra firme…

¡Un saludo viajeros!

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