Los enclaves del Alentejo que adoran los Instagramers

por Magellan

Un buen destino es aquel que consigue que los viajeros se marchen del lugar con dos cosas llenas: el corazón y el álbum de fotos – aunque en el Alentejo se podría sumar también una tercera, el estómago-. Si bien hay quienes sacan instantáneas del viaje para revivir esos mágicos momentos en la intimidad de su casa, también están aquellos que prefieren compartirlas con el resto del mundo, o con su círculo más cercano, a través de sus redes sociales; la preferida para ello: Instagram.

Y, como a veces resulta difícil innovar para no repetir siempre las mismas fotos, en los mismos lugares, con las mismas poses, a continuación, una pequeña lista de algunos de los enclaves más “instagrameables” del Alentejo, de norte a sur y de este a oeste de la región, que harán que los likes lleguen solos.

Puerto Palafítico da Carrasqueira

Si se hace una ruta por la Costa Vicentina, merece la pena desviarse un poco del camino hasta llegar al Puerto Palafítico de Carrasqueira. Las barcas varadas reciben a los visitantes, que pueden pasear a través de las pasarelas de madera y ver de cerca las casetas en las que los pescadores guardan sus enseres. Consejo: realizar la visita al atardecer para captar los colores del cielo reflejados en el agua, junto a los navíos y los pilares del muelle.

Puerto Palafítico da Carrasqueira

Carretera entre Marvão y Castelo de Vide

Portada de varias guías turísticas, dicen los portugueses que es la carretera más bonita del país. A diez minutos de la frontera con España, el tramo que transcurre entre las localidades de Marvão y Castelo de Vide es uno de los más fotografiados debido a las hileras de árboles que enmarcan la calzada a lo largo de un kilómetro. La cal blanca que decora los troncos para avisar de los peligros recuerda a las carreteras antiguas y provoca que los más nostálgicos saquen corriendo la cámara para inmortalizar esa maravillosa estampa.

Murales de Beja

Pasear por las calles de Beja es como visitar un museo al aire libre. Muchos turistas viajan a esta bella localidad con la idea de visitar su imponente Castillo de Menagem, pero lo que no esperan es encontrarse también con increíbles obras de arte urbano decorando algunas de sus fachadas. Llamativos grafitis, murales en 3D y obras que se entremezclan con los elementos arquitectónicos del pueblo que harán las delicias de los fotógrafos.

Beja

Campos de girasoles de Ervidel

Alentejo es naturaleza; para muestra, los campos de girasoles de Ervidel. Atraídos por el contraste de tonalidades amarillas y verdes, será inevitable caminar por este prado perteneciente a Aljustrel sin sacar la cámara de fotos a pasear e inmortalizar el hipnótico y evocador paisaje del Alentejo. Tip: La mejor época para ver esa preciosa estampa es en el mes de julio.

Antiguas vías del ramal de Aljustrel

Sin salir de esa localidad del distrito de Beja, Aljustrel, los amantes de la fotografía podrán capturar otro enclave de interés: las antiguas vías del ramal que unía Castro Verde con Almodôvar. Este tramo ferroviario, que estuvo en activo desde 1929 hasta 1993, es ahora parte de la zona minera de Aljustrel y sus vías adentran en el campo alentejano fundiéndose con el paisaje.

Callejuelas de Castelo de Vide

Castelo de Vide es de esos lugares que atesoran la esencia pura del Alentejo, aunando tradición y presente. Las calles de esta villa de Portalegre, de menos de 4.000 habitantes, son la viva estampa de la región: suelos de piedra, casas bajas de color blanco y flores llamativas decorando sus puertas y ventanas. Cada esquina parece sacada de un cuento del que todo el que la visita desea ser el protagonista.

Castelo de Vide

Monsaraz

Imponente y elegante a partes iguales, el pueblo de Monsaraz es uno de los más visitados del Alentejo y eso se debe, en parte, a sus ruinas medievales. Desde lo alto de su castillo se puede disfrutar de las vistas más bellas del pueblo y del Embalse de Alqueva. Consejo: Ver atardecer desde las murallas del castillo para captar el sol poniéndose sobre las típicas casitas blancas de Monsaraz y el campo alentejano. No habrán visto nada igual.

Monsaraz

Ruta de Amieira do Tejo

Otro espacio que pone en valor los paisajes naturales del Alentejo es Amieira do Tejo, una ruta que tiene todos los ingredientes para ser un destino estrella en redes sociales: pasarelas de madera en las laderas del monte, miradores con suelo de cristal, columpios de colores, puentes colgantes que atraviesan el río Tejo… Toda una experiencia para senderistas y, por supuesto, ¡instagrammers!

Castillo de Belver, Gavião

A orillas del río Tajo se encuentra la que es considerada una de las construcciones militares medievales más completas de Portugal, el Castillo de Belver. Situado en el municipio de Gavião, con vistas a huertos de olivos, esta fortaleza amurallada es perfecta para una sesión de fotos al más puro estilo medieval.

Castillo de Belver

Castillo de Valongo

Todo aquel que visita Évora sabe que una de las paradas obligatorias es su catedral, pero lo que no todos conocen es otro de los enclaves de interés de la ciudad: el Castillo de Valongo, también conocido como Castillo Real de Montoito. Situado a unos 35 kilómetros de Évora, en una elevación cercana a la ribera de Valongo, se esconde este lugar repleto de historia en medio de la naturaleza alentejana.

Torre del reloj de Mértola

Mértola, una de las localidades más pintorescas de la región, atesora un enclave digno de concentrar todos los objetivos de las cámaras en él: una pequeña torre del siglo XVI, provista de un reloj, que deslumbra por su blancura desde lo alto del río Guadiana. Las escaleras laterales desde las que se accede a lo alto de la torre son el lugar perfecto para posar como un auténtico influencer.

Cabo Sardão

Alentejo no solo es campo y montaña, también es costa, playas y mar. En la carretera costera que conecta Almograve y Zambujeira do Mar, se encuentra el punto más occidental de la costa alentejana: el Cabo Sardão. Espectaculares acantilados, custodiados por un faro, desde los que se puede admirar la bravura del Océano Atlántico chocando incansable contra las paredes de roca. Bajo la luz del sol alentejano, la cámara disparará sola.

Cabo Sardão

Arrozales de Alcácer do Sal

En el margen izquierdo del río Sado, que desemboca en el mar cerca de Setúbal, se encuentra la población de Alcácer do Sal. Los campos de arroz que bordean el curso del río son una auténtica maravilla para visitar y fotografiar en primavera y descubrir una parte menos conocida de la región, muy ligada a esa actividad.

Más información: www.visitalentejo.pt/es/

La magia de Alentejo más allá de sus playas

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