En muchas ocasiones, cuando vemos una película o una serie de televisión, nos sentimos atraídos por los escenarios en los que se desarrolla la historia hasta el punto que sentimos una necesidad imperiosa de viajar a esos lugares. Lo mismo sucede también con muchos de los libros que leemos, que tras hacernos viajar con las palabras despiertan en nosotros el deseo irrefrenable de viajar a los lugares que hemos recreado con la imaginación.
Son muchas las novelas que por su desarrollo en un lugar muy concreto, cuyo protagonismo es esencial para el desarrollo de la historia constituyen un elemento insustituible de la trama. Hoy hemos seleccionado algunas novelas que de alguna manera llevan implícita una invitación a viajar más allá de sus páginas. La lista sería tan infinita como personal, pero nos atrevemos a compartir con vosotros las siguientes:
Sostiene Pereira – Antonio Tabucchi – Lisboa
El más bello paseo por la Lisboa de finales de los años 30. Un libro que enlaza con maestría el amor por el periodismo más puro, la historia de Portugal y la amistad entre un veterano periodista y su discípulo. La bella capital lisboeta es otro protagonista esencial de la historia y cuando uno acaba la lectura sabe que tiene que viajar a Lisboa y recorrer aquellas calles por las que magistralmente nos ha llevado de paseo Tabucchi.
La sombra del viento – Carlos Ruiz Zafón – Barcelona
Un libro que marcó un antes y después de las rutas literarias por Barcelona. Una obra que fue traducida a más de 35 idiomas y cuyo éxito global llevó a miles de personas a querer recorrer los mismos lugares por los que Daniel Sempere paseaba en la Barcelona de 1945. Una fascinante manera de descubrir Barcelona, con lugares imaginarios y lugares reales que construyeron algunos de los escenarios más inolvidables de la historia de la literatura.
Las historias del Comisario Montalbano – Andrea Camilleri – Sicilia
No podía haber mejor embajador del sur de la Sicilia, que el singular y genuino comisario Montalbano. El genial Andrea Camilleri inventó nombres imaginarios para una serie de localidades del sur de la isla que luego la pequeña pantalla ubicó en localidades tan bellas como Ibla, Ragusa, Modica o Scicli, entre otras. En muchos otros relatos como en el de “Excursión a Tindari” mantuvo el nombre real de la localidad, y es evidente que gracias a Camilleri y Montalbano la belleza de la zona ha obtenido el reconocimiento mundial que merece.
Viaje a Italia – Goethe
El 3 de septiembre de 1786 Johann Wolfgang Goethe sale de Alemania para emprender un viaje largamente soñado que al final logró hacer realidad a los 37 años. Un recorrido de norte a sur por toda Italia que llevó al autor de Fausto a viajar por el país de incógnito, considerando que en esos momentos era ya un autor célebre por su trayectoria literaria. El libro es todo un canto apasionado al país transalpino que Goethe describe con todo detalle. No se dedica solo a escribir acerca de los lugares que visita sino también habla las gentes, costumbres y bellezas paisajisticas y arquitectónicas del país. Una Italia soñada que no defraudó al autor, que la estuvo recorriendo durante un año y medio, y un viaje que dió lugar a una de las más bellas obras que se han escrito sobre Italia.
Rayuela – Julio Cortazar – Paris
Es por todos conocido el extraordinario amor de Julio Cortazar por la Ciudad de la Luz, tanto que el autor acabó solicitando la nacionalidad francesa y acabó sus días en París. Si hay un testigo de este amor incondicional por la capital francesa esta es, sin lugar a dudas, su obra “Rayuela”, una historia que supuso toda una transgresión en el orden tradicional de contar una historia, y en el que los escenarios parisinos tienen casi el mismo protagonismo que la historia de amor inconclusa que se explica en el libro. Desde la primer página que toma como inició el Ponts des Arts, el lector viaja con las palabras de Cortazar a París y acaba el libro tras haber paseado también por la Rive Gauche, Montmartre, el mercado de le Puces, el Louvre, el Barrio Latino o los cafés de Saint Germain, entre muchos otros de los icónicos lugares que tan bien reflejan el espíritu parisino,
Los Puentes de Madison County – Robert James Waller – Winterset, Iowa
Si existe un libro que en su versión cinematográfica no sólo perdió parte de su encanto, sino que muy posiblemente la película supera al libro, este sería “Los Puentes de Madison County” de Robert James Waller, el largometraje magistralmente dirigido e interpretado por Clint Eastwood, y protagonizado también por Meryl Streep. En este caso es la localidad de Iowa el escenario en el que se desarrolla esta bellísima y recordada historia de amor, concretamente en Winterset una pequeña población que alcanzó una celebridad inusitada cuando viajeros de todo el mundo llegaron a visitar los seis puentes de madera que aún se conservan en el lugar. De todos ellos es el Roseman Bridge el más visitado, ya que es el puente en el que se desarrolla gran parte de la historia. En este caso tanto el libro como la película son, en igual medida, los que despiertan en el viajero el deseo de viajar hasta Iowa y protagonizar los mismos planos que en su día protagonizaron Robert Kincaid y su amada Francesca.
En estos momentos en los que nuestras ansias de viajeras han topado de lleno con las restricciones impuestas por la pandemia global, es un buen momento para recuperar lecturas que nos lleven de viaje con la imaginación. Volveremos a preparar maletas y a coger aviones, con toda seguridad, pero mientras tanto podemos hallar en los libros esos aliados que nos ayudan a evadirnos y a descubrir nuevos mundos sin movernos de casa.
1 comentarios
Muchas gracias por este precioso viaje literario, una maravillosa forma de escaparnos de esta rutina impuesta y adentrarnos con la imaginación en tan bellos lugares!