De paso por Valencia

por Brenda Marion Surra

Aunque acabemos en esta ciudad por uno o dos días, nos será suficiente para vivir su naturaleza y entender que Valencia es mucho más que la capital de la Comunidad Valenciana y la tercera ciudad más importante de España.

Vivo aquí desde hace dos años. Este tiempo, me bastó para recorrer sus calles, visitar los museos y sitios históricos, caminar plazas y parques, y disfrutar de la oferta cultural y gastronómica. Si viniera de afuera y estuviera en Valencia por un día, me encantaría pasear por las zonas más destacadas y conocer los lugares que nadie debería perderse. De viajera a viajeros, les propongo considerar la siguiente ruta.

Una mañana bajo el sol valenciano

Partiendo desde el centro, nos levantamos bien temprano y tomamos el tranvía número 4 en Pont de Fusta, en dirección a Doctor Lluch. El camino nos lleva por algunos barrios más distantes del casco histórico, entre las universidades de la ciudad. Bajamos en Les Arenes, a pocos metros de la playa del Cabañal.

Port Saplaya

Al llegar a la costa, si caminamos hacia la derecha, iremos encontrando diferentes sitios gastronómicos para comer y beber, mirando el mar. Pero si vamos hacia la izquierda nos cruzaremos con bares y restaurantes dispersos. Nos animamos a caminar un poco más allá, durante una hora, hasta alcanzar la zona residencial de Port Saplaya. Y descubrimos entonces por qué este particular lugar es conocido como “la pequeña Venecia”.

Un recorrido por Ciutat Vella

De regreso en el centro, iniciamos el paseo en las Torres de Serranos, una de las puertas medievales construida a fines del siglo XIV. Vale la pena, sin duda, que subamos a lo más alto para apreciar algunas de las vistas más maravillosas del casco antiguo y del Jardín del Turia. Este parque atraviesa la ciudad y ocupa el espacio por el que, en otra época, corría el río del mismo nombre.

Vista hacia el Jardin del Turia

Una vez abajo, transitamos por la calle Serranos hasta encontrar, en nuestra mano izquierda, el Palacio de la Generalitat Valenciana y, junto a él, la plaza de la Virgen. Nos maravilla la inmensidad de la Catedral de Valencia y la Real Basílica de la Virgen de los Desamparados, además del entusiasmo de los visitantes que disfrutan de las terrazas que ofrece dicho espacio turístico.

Plaza de la Virgen

Después de quedarnos con unas cuantas fotografías, seguimos camino hasta la plaza de la Reina. Es aquí donde hallamos la entrada principal a la catedral y varios cafés y restaurantes con diferentes propuestas para almorzar y beber algo. Sin embargo, nuestra parada gastronómica se hace efectiva unos minutos más adelante, luego de pasar por la calle San Vicente Mártir y doblar hacia la derecha en la calle de María Cristina.

Vereda junto a la plaza de la Reina

Ingresamos al Mercado Central de Valencia para admirar tanto la belleza de su construcción como las delicias gastronómicas de cada uno de los puestos disponibles en el interior. Durante este tiempo, aprovechamos para almorzar un bocadillo o sándwich, una empanadilla o un plato más elaborado con pescado y/o arroz, y tomar algunas fotografías de este recinto turístico tan famoso.

Mercado Central de Valencia

Saliendo del mercado, nos trasladamos hacia la izquierda hasta transitar por la calle de la Bolseria y continuar de nuevo a la izquierda por la calle Quart. Nos encontraremos de frente con las imponentes Torres de Quart. Este monumento histórico nos sorprende con una fachada víctima de los bombardeos napoleónicos, recuerdo de una fortaleza que supo defender la ciudad. Lo recorremos por dentro hasta alcanzar la cima y obtener vistas memorables del centro de Valencia.

Al salir de las torres, circulamos por Guillem de Castro hacia la izquierda, importante arteria de la ciudad que más tarde se convierte en la calle Xátiva. Hallamos, en ese momento, la estación del Norte y la Plaza de Toros, en nuestra mano derecha. Aquí giramos en dirección a la plaza del Ayuntamiento. A su alrededor, descubrimos el edificio de Correos y el Ayuntamiento, lugares históricos que nos detenemos a fotografiar.

Plaza de Toros

Para no perdernos de todo el encanto que guarda esta plaza, subimos al edifico Ateneo Mercantil. El mirador que ostenta en lo más alto nos regala las panorámicas más espectaculares de la ciudad. Frente a la plaza, tenemos la oportunidad de acabar la tarde sentados a una mesa del bar del edificio. La oportunidad de quedarnos con las fotografías más bellas del atardecer y los mejores recuerdos de la ciudad de Valencia.

Los 10 imprescindibles (y menos conocidos) de Valencia

1 comentarios

Brenda 08/09/2021 - 20:33

Muchas gracias por la oportunidad, fue un placer. La revista es excelente.

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