Cinco ciudades españolas para redescubrir

por Laura Del Rey Rincon

España es uno de los países más visitados del mundo. En 2019, justo antes de que la pandemia cambiase nuestras vidas, España se situó en el puesto número 2 del ranking mundial solo por detrás de Francia y superando a destinos tan populares como Estados Unidos o China. Pero la realidad es que el turismo en su mayoría se centra en la costa y en las principales ciudades y el interior de España, con un increíble potencial, queda en un segundo plano.

En un año donde el turismo de masas es menos interesante que nunca, os propongo cinco ciudades españolas que nunca encontraréis en la lista de las más visitadas pero que sin duda merecen un alto en el camino.

Logroño

La capital de La Rioja es un destino perfecto para una escapada de fin de semana. En Logroño encontraréis muchos caminantes que van hacia Santiago, descubriréis una ciudad tranquila, perfecta para recorrerla a pie. Una buena opción es empezar por la calle Portales que cruza el casco antiguo hasta llegar a la Catedral, la foto es magnífica.

Logroño, plaza del mercado

Pero el punto fuerte de Logroño es la gastronomía. Unos pinchos que nada tienen que envidiar a sus vecinos vascos, regados con los mejores vinos del país hacen que todos quieran quedarse más de una noche. La calle Laurel, conocida como la Senda de los Elefantes, está abarrotada de bares maravillosos con comida buenísima a precios de lo más normal. El torrezno por el que Paquita Salas siente devoción alcanza su cénit en esta ciudad.

Merida

Extremadura es para mí la región más infravalorada de nuestro país. Cuenta con un patrimonio natural y cultural impresionante, uno de los mejores jamones del mundo y su capital, Mérida, es una ciudad pequeña pero preciosa, perfecta como punto de partida para recorrer toda la comunidad.

Merida, Teatro Romano

A Mérida se la conoce como La Pequeña Roma, está llena de atractivos culturales entre los que destaca como gran protagonista el Teatro Romano. Es además una ciudad que ha sabido poner en valor su patrimonio más allá del turismo ya que cada año se celebra el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y los actores más importantes de nuestro país representan obras clásicas en un teatro lleno de historia, todo un lujo.

Zaragoza

Quizás la más turística de esta lista, me parece una ciudad que sorprende a todo aquel que la visita. La Basílica del Pilar es una de las más impresionantes que he tenido oportunidad de ver y aunque es lo que todo el mundo hace y probablemente os tocará esperar a que se aparten otros para poder hacer la foto, vale la pena mirarla desde el Puente de Piedra porque no hay vistas más bonitas.

Zaragoza, palacio de la Aljafería

Zaragoza está limpia, la gente es acogedora y hay mucho ambiente. Es una ciudad que se puede recorrer a pie y tiene calles llenas de edificios preciosos, además casi en el centro está el Palacio de la Aljafería que junto con la Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada es uno de los edificios más representativos de la arquitectura islámica en España.

Oviedo

Asturias es una región de naturaleza salvaje, pero también con una bonita capital, perfecta para los turistas que necesiten una combinación de naturaleza y ciudad. Está reconocida a nivel europeo como una de las ciudades más limpias y tiene su pulmón verde en el Parque de San Francisco.

Oviedo, la estatua de La Regenta ubicada en la plaza de Alfonso II

En Oviedo se respira un cierto aire aristocrático que se ve reflejado en la Calle Uría con sus edificios de colores. El centro está lleno de plazas preciosas como la del Fontán y de estatuas de estilos diferentes, os encontraréis a Woody Allen y a Mafalda. Con una merecidísima fama de buenos dulces, no podéis perderos sus confiterías y probar los Moscovitas. Si vais una vez, volveréis.

Zamora

Probablemente la más desconocida y menos visitada de esta lista, pero su eslogan turístico no puede tener más razón: Zamora Enamora! Una ciudad plagada de arte románico, una catedral maravillosa y los restos de un castillo que han sabido conservar y adaptar al turista.

Zamora

Pese a ser una ciudad pequeña, todo parece amplio, no hay calles estrechas ni muy empinadas y da gusto pasear por un sitio donde apenas encuentras turistas. En el casco histórico conviven dos partes claramente diferenciadas, la parte del Románico y la del Modernismo. Como la gente y la gastronomía también son exquisitas, una noche te sabrá a poco.

España está llena de sitios preciosos y muchos aún son auténticos desconocidos. Qué mejor momento que este para reaprender, huir de las masificaciones y descubrir ciudades nuevas con tranquilidad y sin agobios. ¡Otro tipo de turismo es posible!

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