Capodanno

por Olivia Oporto

Siempre me ha gustado la palabra CAPODANNO, me gusta como suena, me gusta esa idea del capo dell’anno, ese momento en el que cerramos etapa, dejamos atrás 365 (o 366) días en los que hemos tenido momentos de todo, y nos dejamos llevar por la idea de que el año que viene será mejor.
Me llama mucho la atención esa euforia colectiva que se respira por doquier, ese momento en el cual por arrancar una hoja del calendario parece que todo va a ser diferente, que todo irá mejor, que en el nuevo año seremos más deportistas, más trabajadores, más inteligentes…y hasta estudiaremos inglés.

Aunque lo veo con una cierta distancia en cierta manera casi me gustan esos rituales de “feliz año, feliz año, feliz año”, en el kiosco, la panadería, el vestuario del gimnasio, el restaurante de los sábados… Pero confieso que personalmente me queda un poco lejos esa euforia desatada, esa alegría incontenible, y esas ganas de divertirse si o si en la última noche del año. Que conste, en cualquier caso, que si lo vivo así no es postureo, o snobismo, todo lo contrario, creo que cada una de las noches de nuestras vidas debería ser un singular “Capodanno”, una noche en la que uno se divierte, ríe, está eufórico, se siente bien, y se va a dormir pensando que lo que ha de llegar será aún mejor, pero que el día que se acaba tampoco ha estado nada mal.

He pasado muchos 31 de diciembre en sitios bien diferentes: en la cosmopolita New York, en la bella Vall de Camprodón, en la caótica (más que nunca en esa noche!) Roma, en la sofisticada Paris, en la diminuta localidad de Bardonecchia en el Piemonte, en la siempre divertida Madrid, en la ordenada Estocolmo, y de todas esas noches guardo un recuerdo imborrable no por la noche en sí, si no por el hecho de que estaba de VIAJE.

Como siempre al final lo que cuenta es seguir VIAJANDO, en diciembre, en enero, en mayo, en octubre…cuando sea. Seguir explorando, seguir conociendo, seguir descubriendo, seguir aprendiendo, seguir sintiendo y seguir llenando de sensaciones ese álbum de experiencias que es el viaje de la vida.

Ahora con el permiso de un gigante de los viajes tomo prestada una frase que me gusta mucho y con la que os quiero desear un feliz 2016: “No sueñes tus viajes, viaja a tus sueños”.

En este último post del 2015 Lea, Escarlata, Valentina y yo os queremos dar las gracias por vuestra acogida al blog de Magellan,  y empezamos el año con el deseo de seguir compartiendo nuevas aventuras con vosotros.

Feliz año, y que cada noche del 2016 sea un “Capodanno” para vosotros.

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