All I want for Christmas is…

por Olivia Oporto

Un viaje. Para mí el regalo perfecto es siempre un viaje. A cualquier sitio del mundo, no importa el lugar, importa solo seguir descubriendo. Regalar un viaje es regalar un millón de cosas a la vez: es regalar experiencias, es regalar vivencias, es regalar sabiduría, es regalar gente que no sabíamos que existía y que en ocasiones llega a cambiar nuestra vida.

El destino es lo de menos, lo importante es regalar una ocasión para volver a llenar la maleta y reencontrarnos con la ilusión de preparar equipaje rumbo a lo desconocido.

En estos días de fiestas en los que muchas veces nos rompemos la cabeza pensando en el regalo adecuado creo que un viaje es siempre recibido con una gran alegría, y afortunadamente en este siglo XXI en el que vivimos hay viajes a la medida de todos los gustos y bolsillos. Hay quien regala viajes a Paris para pasar un día, hay quien decide regalar una visita a los museos de Madrid, quien escoge un bonito hotel a las afueras de Camprodón para un romántico fin de semana, o quien vuela hasta Dublín para visitar la biblioteca de Harry Potter. Lo importante es viajar, viajar y viajar y no parar.

Yo he sido bastante afortunada en lo que a regalos de este tipo se refiere y uno de los que recuerdo con más cariño fue el que me llevó a celebrar mi cumpleaños a Venecia. Redescubrir la magia de la ciudad de los canales en pleno mes de enero fue toda una sorpresa y una verdadera revelación. Nunca más he visto Venecia más sugestiva que en aquella ocasión, en la que más que mostrarse se escondía bajo un manto de niebla que la dotaba de una belleza que la convertía en un lugar mucho más real. Nunca he podido disfrutar de nuevo del silencio de sus callejuelas desiertas, y nunca la laguna me había parecido tan fascinante como en aquel lejano mes de enero cuando a pesar del intenso frio pude descubrir por mi misma porque la hermosa ciudad ha cautivado durante siglos y siglos a artistas procedentes de todas las partes del mundo. Sentada en un café de una desértica Piazza San Marco pude entender porque músicos, escritores o pintores habían encontrado durante siglos en Venezia una inagotable fuente de inspiración para sus creaciones.

He seguido visitando Venezia, en fechas mucho más cálidas y nunca ha vuelto a ser la fascinante ciudad que escondida bajo la niebla se protegía, sin saberlo aún, de lo que el turismo descontrolado había preparado para ella…

En estas fiestas regalad viajes, y además sin “ticket-regalo”, nadie querrá devolver una cajita que contiene sensaciones y vida en estado puro.

Felices fiestas para todos y un 2017 lleno de momentos viajeros…

 

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2 comentarios

Alejandra 24/12/2016 - 17:33

Que gran verdad Olivia! Ciertamente regalando un viaje el éxito está asegurado. Y espero que en 2017 sigas compartiendo con nosotros todas tus experiencias y que tanto disfrutamos leyendo. Feliz Año a todos los seguidores de Magellan.

Respuesta
Mariay 05/01/2017 - 17:25

Feliz 2017 para todos los que nos fascinamos leyendo Magellan.

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